Una relación de pareja es una experiencia llena de dinámicas, encuentros, desencuentros, necesidades, anhelos, y diversos miedos que a menudo no son reconocidos.
Es un trabajo en equipo donde aunar voluntades, esfuerzos y motivaciones por el bien de la relación es primordial.
Más allá de los años en que se mantiene este vínculo, está la importancia de la calidad del mismo. La clave por tanto está en la satisfacción percibida, la capacidad de crecimiento y en una serie de estrategias que se necesitan desarrollar para sostener la relación y ser felices.
Conocer cuáles son los pilares de una pareja feliz, madura y consciente nos permitirá integrar ese enfoque en el propio núcleo de nuestra relación. El AMOR, por muy intenso que nos parezca, no es suficiente para aliviar la angustia psicológica que se produce cuando no sabemos solucionar un problema, cuando se actúa atendiendo sólo las propias necesidades, cuando aparecen las diferencias y no sabemos llegar a acuerdos.
Los pilares de la pareja deben trabajarse desde el inicio de la relación
Es conveniente que los pilares de la pareja se establezcan en los comienzos de todo vínculo. Es imprescindible dialogar, conocerse y llegar a acuerdos que, hagan sentir a ambos miembros satisfechos. Si un pilar falla por algún motivo, es necesario revisarlos todos de nuevo ya que, la pareja empezará a tambalear.
Con frecuencia la pareja continúa pese a la ausencia de algún pilar, con el deterioro que esto conlleva, hasta que rompe finalmente teniendo una ruptura muy dolorosa. El tiempo que se mantuvo ya no funcionó bien y eso no hizo más que añadir problemas a la propia relación. Si te identificas con algún punto, no dudes en pedir ayuda.
¿Cuáles son los 9 pilares fundamentales de las relaciones de pareja?
Me referiré a 9 pilares de la relación de pareja, (pueden ser tantos como cada pareja considere pertinente).
1. Amor
El amor es un pilar fundamental, tanto como cualquiera de los restantes. Para establecer este pilar es imprescindible que exista el sentimiento hacia la otra persona, en la misma medida que la otra persona también lo siente.
Tenemos que saber que a lo largo de las distintas etapas de la pareja, éste irá variando en su manifestación, sin embargo, el sentimiento se irá fortaleciendo con el paso del tiempo si el resto de pilares de la pareja se mantienen estables.
2. Comunicación
La comunicación es el canal mediante el cual la pareja resolverá sus diferencias y crecerá tomando decisiones (llegando a acuerdos satisfactorios para ambos). Conviene establecer momentos sin interrupciones para que la pareja se comunique, comparta y decida en conjunto, ya que éste pilar es sin duda el más relevante.
Comunicarnos supone escuchar y expresar sentimientos, un ejercicio básico y esencial para conocernos realmente y potenciar la confianza entre ambos. La buena comunicación es un predictor en la felicidad y estabilidad de la pareja
3. Respeto
El respeto entre ambos miembros de la pareja está implícito en las relaciones que se mantienen en el tiempo, que crecen y que prosperan felizmente. Respetar al otro es crecer juntos, como un baile, sin imposiciones, sin expectativas sobre el otro, sin dependencia emocional, y sin agresiones. Cuando hay respeto, puede existir el Amor y la Comunicación adecuada.
4. Compartir unos mismos valores
Cada persona posee su propia escala de valores individual. Cuando comenzamos una relación de pareja tenemos que construir una escala de valores en común, y es necesario que converjan muchos de ellos, esos que nos permitirán estar de acuerdo en unos mismos principios fundamentales, en decisiones relevantes que nos lleven a una misma dirección.
Todas las personas debemos defender y asumir unos valores para sentirnos bien con nosotros mismos, ser coherentes y cuidar de nuestra autoestima. Si en nuestra relación la otra persona no comparte nuestros valores o los boicotea, experimentaremos dolor e infelicidad.
5. Saber convivir, saber compartir.
Toda pareja llega un momento en que se plantean una vida compartida. Si llegado el momento uno de los dos establece que no quiere, es importante que lo deje claro a la otra persona.
Por otro lado, antes que se concrete la convivencia, es conveniente tener establecidos los acuerdos que dicen relación con este pilar. Como son por ejemplo los acuerdos económicos, la forma de convivencia, el reparto de tareas domésticas, la organización del espacio y del hogar, etc.
6. Respetar el espacio personal, favorecer el crecimiento del otro
Ser miembro de una relación de pareja, en ningún caso supone dejar de ser uno mismo. Para esto, es conveniente expresar claramente quién soy respecto a gustos, opiniones, ideología, valores individuales, relaciones sociales, etc. La pareja debe ser un lugar seguro donde respetar espacios, favorecer crecimientos, dónde formar parte de un proyecto en común pero a su vez sentirnos libres de continuar con nuestras propias metas.
7. Juntos pero libres
Esto tiene que ver con lo recientemente expuesto. En cualquier relación de pareja sana, la libertad personal sigue existiendo. Cada miembro es quien decide permanecer o no en esa relación por voluntad propia, como también decide en conjunto cuáles serán los pilares de la pareja.
No podemos olvidar que en toda relación hay tres escenarios: la constituida por la propia pareja, la que nos define de forma individual a ambos, y ese lugar donde todo debe fluir en armonía: tú, yo, nosotros. Ahí donde nada oprime, todo fluye y todo avanza gracias a la comprensión y el respeto.
8. Ilusiones y proyectos
La pareja crece cuando tiene proyectos e ilusiones compartidos. Ejemplo de esto es la decisión de ser padres. Cuando las dos personas deciden compartir proyectos y luchar por ellos, descubren que la unión hace la fuerza, logran llegar más lejos juntos que por separado.
Caminar hacia un proyecto, es muy satisfactorio para la pareja cuando el resto de pilares están firmes y seguridad a la pareja. El compromiso y la responsabilidad no restan libertad, sino que aumenta la intención por luchar y así conseguir más tarde lo que uno quiere para su vida.
9. Fidelidad
La fidelidad es un acuerdo y una forma más de vivir las relaciones sexuales y afectivas. Sólo compete a la pareja decidir cómo quiere enfocar éste pilar, siendo condición indispensable que sea un acuerdo mutuo, y por el cual ambos se sientan seguros y con confianza plena en el otro. Esto es algo que debemos dejar claro desde un principio.
Para concluir, los pilares de la pareja son aquellos que todos deberíamos trabajar. Descuidar uno, afectaría de forma directa a los demás. Imagínense el efecto dominó. Debemos recordar también que de nada sirve que toda la tarea recayese en una misma persona. Una relación es un equipo donde ambos miembros deben ser considerados
. Donde la balanza debe estar siempre equilibrada y las miradas situadas en una misma dirección.
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